Se acaban de publicar desde la OCDE los resultados de las famosas pruebas PISA (Program for International Student Assessment) y son muchos los medios en los que se "hace sangre" a partir de los resultados de España, olvidando la estadística en la que están fundamentadas:
“La puntuación de cada país participante es el promedio de todas las calificaciones de los estudiantes en ese país. La puntuación media de los países de la OCDE es de 500 puntos y la desviación estándar es de 100 puntos. Alrededor de dos tercios de los estudiantes en todos los países de la OCDE puntúan entre 400 y 600 puntos”, es decir, que están en la media. No se da una nota combinada de cada país, sino separada en cada una de las áreas. Y advierten en cuanto a los ranking: “Las puntuaciones reflejan una pequeña medida de la incertidumbre estadística y, por tanto, solo es posible informar de un rango de posiciones en el que un país puede estar colocado. Por ejemplo, en PISA 2003 se informó ampliamente que Finlandia y Corea del Sur fueron primero y segundo en la prueba, cuando en realidad solo podemos decir que, entre los países de la OCDE, el rango de Finlandia estuvo entre el primero y el tercero, y el de Corea del Sur, entre el primero y cuarto". (J.A. Aunión, "Las tripas del informe PISA, 2-12-2013)
@FRANCISTORREVO Una subida o bajada de 10 puntos en una escala de media 500 y desviación típica de 100, ¿qué significa realmente?
— Alejandro Tiana (@atianaf) diciembre 3, 2013 |
| "PISAR", picto de ARASAAC |
Creo que cuando se dan interpretaciones tremendistas y poco objetivas se cae, como afirma de manera cruda en su blog Jordi Martí, en la más pura demagogia. Muchos de los titulares que se han publicado y extraido a partir del informe español, pisan para empezar los principios básicos de la estadística, que nos recuerdan que una desviación típica como la de esta prueba convierte las diferencias entre países en poco significativas y que, además, las conclusiones basadas en correlaciones no nos permiten hablar de "causación". Tras "pisar" la estadística, muchas de estas conclusiones se utilizan para "pisar" a alumnado y docentes, para justificar una reforma educativa que pretendidamente se apoya en estos resultados, cuando sólo lo hace en su interpretación subjetiva.
Sin embargo, desde mi punto de vista, no todo es malo en estas pruebas. De hecho, las pruebas en sí mismas me parecen útiles e interesantes. Aunque la LOE introdujo la idea de trabajar y evaluar por competencias, poco se ha avanzado en estos años en ese aspecto. Los ítems liberados de las pruebas PISA nos pueden servir como ejemplo de evaluación por competencias, como ejercicios que podemos utilizar en clase por niveles. Las pruebas suponen un giro al aprendizaje memorístico, un salto del "saber" al "saber hacer" y aplicar en contextos reales. Por eso os recomiendo que os deis un paseo por la sección más interesante para docentes de la página del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, ¡LA SECCIÓN DE RECURSOS!
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