Hoy entrevistamos a Alberto del Mazo, psicólogo educativo, orientador y administrador del blog orientapas.blogspot.com.es, núcleo de una comunidad virtual para orientadoras y orientadores educativos en red que os invito encarecidamente a visitar
Alberto, según tu opinión ¿debemos adaptar la orientación a las tecnologías?
Las TIC y todos los artefactos digitales que tenemos disponibles los orientadores y orientadoras son instrumentos muy potentes con los que podemos realizar nuestras funciones y tareas diarias. ¿Adaptar la orientación a las tecnologías? Mi planteamiento suele ser el contrario: adaptemos las tecnologías para tener mayor alcance cuando orientamos. Usar TIC no nos convierte en mejores orientadores. Desde nuestro criterio profesional debemos contextualizar y personalizar los artefactos digitales de los que disponemos. Con o sin TIC, el eje central de la orientación debe seguir siendo nuestros estudiantes, sus familias y el profesorado.
¿Qué beneficios crees que aporta la introducción de las TIC en la orientación frente a la orientación tradicional (entrevista personal, cuestionarios orientación, charlas presenciales…). ¿Crees que la sustituye o la complementa?
Las TIC complementan y apoyan sin duda lo que hacemos. Los artefactos digitales que podemos utilizar no son conceptualmente muy distintos de los que siempre hemos usado en orientación. Con TIC, podemos organizarnos, gestionar y difundir información, publicar y crear contenidos, trabajar cooperativamente… La diferencia clave está en el lenguaje que utilizan estos medios tecnológicos, que se fundamentan en lo multimedia, en especial en lo audiovisual. Son nuestros usuarios, nuestros orientandos, quienes están demandando que les orientemos cada vez más a través de medios que utilizan en su día a día, como vídeos, audios, páginas web, blogs, redes sociales… El uso de estos nuevos códigos comunicativos digitales hace que podamos tener más alcance cuando orientamos. Por eso es importante integrar el uso de las TIC en nuestra práctica profesional.
¿Qué competencias debería tener un e-orientador?
Las principales competencias pasan por entender y saber comunicarse en los nuevos códigos digitales, utilizarlos en redes y participar colaborativamente en comunidades virtuales, filtrar, clasificar, crear y compartir información en estos medios, sin olvidar gestionar la privacidad y la seguridad. Pero, ante todo, destacaría algo que es más una actitud que una competencia: querer seguir aprendiendo con y de otras personas. Creo que esa es la competencia que puede servir de motor al resto. Las TIC y las redes te transforman en un aprendiz constante.
En la sección Orientic de Orientapas recoges un estupendo y extenso trabajo titulado Guía Práctica para la orientación educativa con TIC y en red. Artefactos digitales, atajos y buenas prácticas (http://orientapas.blogspot.com.es/p/orientic.html ). Para un orientador que quiera comenzar a utilizar las tics en su día a día, ¿cuáles de entre estos recursos que señalas deberían ser “los imprescindibles” del e-orientador? La guía se basa sobre todo en las actividades y no tanto en las herramientas. Lo que puedes hacer como orientador con TIC es muy variado, pero quizá los pasos más útiles en orientación son el uso de organizadores y planificadores (calendarios digitales), herramientas para buscar, filtrar, organizar, guardar información en la nube y compartirla, artefactos para publicar y crear contenidos propios (blogs, sites, presentaciones, canales de vídeo o podcast, …), y, por supuesto, redes sociales y comunidades virtuales profesionales (en Twitter, Facebook, …).
¿Cuáles son los recursos que utilizas en tu día a día para la orientación vocacional de tus alumnos?
Utilizo con mucha frecuencia el correo electrónico, el blog, diferentes formatos de publicación (presentaciones y documentos digitales, vídeo, audio, …), formularios en línea y redes sociales como tablón del Departamento de Orientación.
En base a tu experiencia, crees que los alumnos responden mejor al incorporar como parte del plan de orientación vocacional recursos TIC que ellos puedan utilizar de forma independiente? ¿Has implementado en tu centro alguna experiencia de este tipo? (usando webquest, portfolio orientación vocacional, redes sociales, etc)
La respuesta es muy variada. Los recursos TIC nos ayudan por ejemplo a presentar a nuestros estudiantes la orientación y toma de decisiones vocacionales como un proceso y, como tal, requiere de un esfuerzo. Desde el Departamento de Orientación he utilizado diferentes herramientas, en especial formularios y el blog, para que cada estudiante pueda elaborar su propio portfolio vocacional. Hay alumnos que siguen teniendo una visión pasiva de la orientación y esperan que sea el orientador, la orientadora, quien le dé respuestas concretas. Nuestro planteamiento, también apoyado en las TIC, es conseguir que no dejen de hacerse preguntas y esto conlleva un esfuerzo por su parte. Nuestros estudiantes están acostumbrados al uso de dispositivos móviles e informáticos, pero les cuesta analizar y gestionar de manera independiente la información sobre estudios que encuentran en la red. Desde el Departamento de Orientación, intentamos darles pautas para manejar esta información sobre estudios y profesiones y para trazar por sí mismos, pero con nuestro apoyo, su camino.
¿Cuáles consideras que son las actividades presenciales de orientación vocacional que todo orientador debería introducir en su plan de orientación académica y profesional? (charlas de universidades, entrevista personal, asistencia a ferias educativas…)
Desde mi centro, funcionan muy bien las Jornadas de Orientación en las que traemos a profesionales, profesores y antiguos alumnos a hablar de los estudios y profesiones más demandados. Las ferias educativas son útiles para una primera toma de contacto, pero a los estudiantes les cuesta ser selectivos y muchas veces se pierden en un entorno en el que la publicidad prima sobre la orientación. Me gusta la idea de que puedan pasar algún día junto a un profesional en su trabajo (lo que llaman “shadowing”), pero no siempre es fácil ponerla en práctica por el gran volumen de trabajo que genera. La entrevista personal y crear grupos de trabajo de estudiantes con intereses similares a los que podemos invitar a algunos profesionales, por ejemplo familiares y antiguos alumnos del centro, siguen siendo quizá las actividades con más impacto desde mi punto de vista.